Lentes de contacto blandas, ¿incómodas?
Las lentes de contacto blandas son ideales para conseguir una visión natural si necesitas corrección visual, pero no siempre son todo lo cómodas que nos gustaría, pero ¿llevas la lente adecuada para ti?
Si notas sequedad ocular, visión borrosa o inestable y estás deseando llegar a casa para quitártelas, quizás no estás utilizando la lentilla más adecuada en tu caso
Estas sensaciones no son normales ni deseables y nos tienen que hacer pensar que debemos acudir a nuestro optometrista para que revise la adaptación y nos ayude a buscar una solución a estos problemas
¿Qué es lo mejor para mis ojos?
Los tejidos oculares se nutren del oxígeno y otros componentes que forman nuestra lágrima. La lágrima está formada por 3 capas: capa mucínica, es la más interna, en contacto con nuestra cornea y la conjuntiva escleral. Capa acuosa, es la intermedia, donde se disuelve el oxígeno y se encarga de hidratar los tejidos. Capa lipídica, compuesta por lípidos que evitan la evaporación de la lágrima.
Una buena lágrima nutre, mejora la lubricidad del ojo y genera una superficie regular para que la luz penetre en el ojo y forme la mejor imagen.
Os vamos a dar las claves de la comodidad en el uso de lentes de contacto blandas:
1- Aporte de oxígeno
El mejor material a día de hoy es el hidrogel de silicona, al ser un material con un alto aporte de oxigeno y una alta resistencia a la deshidratación. Garantiza que nuestro ojo no sufra hipoxia y se ponga rojo.
2- Interacción con los tejidos oculares
El roce con la parte interior del párpado, llamada conjuntiva tarsal, puede producir una inflamación del tejido podría acabar en una conjuntivitis papilar, lo que genera molestias en los usuarios de lentes de contacto.
Además si utilizamos lentes de contacto que no sean diarias, tanto los lípidos, proteínas y mucinas que se encuentran en la lágrima, generarán depósitos en su superficie. Estos depósitos disminuyen la lubricidad de la lente, llegando a producir incluso reacciones autoinmunes a estos componentes.
El uso de sistemas de limpieza para mantener las lentes de contacto, introduce agentes químicos que están en contacto con el ojo. Estos pueden ser en parte responsables de la pérdida de calidad de la lágrima, así como de reacciones de hipersensibilidad.
3- Deshidratación de la lente de contacto
Con las horas de uso y la exposición al ambiente, las lentes de contacto blandas pierden parte de su hidratación.
Para mantenerse hidratadas usan la lágrima producida por nuestros ojos. Esto hace que el conjunto ojo-lentilla se deshidrate con el tiempo, aumentando la fricción de las lentillas con todos los tejidos, disminuyendo el aporte de oxígeno y disminuyendo drásticamente el confort de uso.
El propio roce de las lentillas con la cornea y su deshidratación, son los factores que producen mayor malestar a la hora de usar varias horas las lentes de contacto blandas
¿Cuál es la lente de contacto blanda más aconsejable?
La elección de la lente de contacto es algo que debe ser valorado por el optometrista que realiza la adaptación y abarca múltiples factores
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- La graduación: actualmente existen lentes de contacto para miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, pero no en todos los materiales ni en todos los reemplazos.
- La situación de los tejidos oculares y calidad de la lágrima: generalmente un ojo joven tiene una mejor calidad lagrimal y los tejidos están en mejores condiciones, lo que mejora el confort con lentillas. Con la edad o haber sufrido cirugías, suele generar una lágrima menos estable y abundante y por tanto una peor hidratación de los ojos y los tejidos.
- El comportamiento de la lente en el ojo: el movimiento de la lente, la estabilización y la calidad visual obtenida influyen también en el tipo de lente a utilizar.
Entonces, ¿cuál necesito?
Dependiendo de los factores citados anteriormente las recomendaciones serán las siguientes:
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- Reemplazo frecuente: esto garantiza que la superficie de la lente de contacto se encuentre en las mejores condiciones, no acumule depósitos y la fricción con los tejidos oculares sea la menos posible.
- Tecnologías de superficie: hoy en día las mejores lentes de contacto incorporan en su superficie sistemas que mejoran la lubricidad, previenen la deshidratación y la formación de depósitos
- Paso de oxígeno: cuanta mayor transmisión de oxígeno mejor, por eso los hidrogeles de silicona son los materiales más utilizados en lentes de contacto blandas.
- Sistema de limpieza: excepto en lentillas diarias, necesitaremos un sistema de limpieza. Los peróxidos de hidrógeno son los sistemas que menos agentes químicos van a poner en contacto con nuestro ojo. La siguiente opción es un sistema de limpieza con agentes humectantes, para que diariamente las lentillas aporten el mayor confort.
- La graduación: los astigmatismo, combinados con presbicia suelen requerir el uso de lentes de contacto de fabricación que generalmente serán de uso mensual.
- Estabilidad de superficie: la resistencia a la deshidratación y la estabilización de la película lagrimal son fundamentales en la elección de la lente de contacto.
- Filtro UV: evitan que parte de esta radiación penetre en el ojo, el UV produce un envejecimiento de los tejidos oculares.
La lente de contacto ideal
La lente de contacto blanda ideal será aquella que tenga menor interacción con los tejidos oculares, preserve la integridad lagrimal y permita la oxigenación de la cornea.
Hoy en día las mejores lentillas son las lentes de contacto diarias de gradiente acuoso. Este tipo de lentes están formadas por un hidrogel de silicona en su centro, variando hasta casi un 100% de agua en su superficie. Las únicas lentes actuales de este tipo son la Dailies Total 1 y la Precision 1, de Alcon Vision Care.
El problema es que no valen para todo tipo de defectos refractivos ni se ajustan bien en todos los ojos, ya que hay una gran variabilidad de parámetros oculares que condicionan el funcionamiento de la lente de contacto.
Por norma general cuanto más frecuente es el reemplazo de las lentes de contacto blandas, menor acúmulo de depósitos, menor fricción y por tanto más cómodas para el ojo.
Pero, ¿y las lentes de contacto rígidas?
Hasta ahora os hemos hablado de la lente de contacto blanda ideal para nuestro ojo, pero ¿qué pasa con las lentes rígidas?
Existe una gran variedad de diseños de lentes rígidas que permiten adaptar este tipo de lentes casi en cualquier paciente y graduación y en muchas ocasiones se utilizan en astigmatismos elevados, traumatismos oculares y queratoconos. También se utiliza en pacientes con ojos secos severos y para control de miopía en niños
Nuestra próxima entrada estará dedicada a este tipo de lentes, así que no os la perdáis. Esperamos vuestros comentarios en nuestro blog.
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